miércoles, 5 de agosto de 2009

"¡Líbranos de la Distracción!"


Luego de haber leído la mayor parte de los libros que encargué por Amazon acerca de déficit atencional, tengo que decir que Driven to Distraction y Delivered from Distraction, de Ned Hallowell y John Ratey, son lejos los más entretenidos de todos. Mi selección de libros fue bastante heterogénea: manuales clínicos para psicólogos, introducciones de difusión general, e incluso libros de auto-ayuda (en modalidad de self-coaching). La idea era tener una visión generalizada de lo que se ha venido publicando en Estados Unidos hasta la fecha y, principalmente, revisar minuciosamente los modelos terapéuticos propuestos por quienes van a la vanguardia en el desarrollo de tratamientos efectivos.

Así, en un principio, me aboqué a leer los libros más técnicos, especialmente dirigidos a profesionales de la salud mental. Muy interesantes y bien fundamentados en evidencias empíricas, nada librado al azar ni basado en opiniones. Luego, leí algunos de los libros de auto-ayuda (probé algunas de las sugerencias ofrecidas con resultados dispares), acá hay mucho más espacio para la creatividad de los autores, quienes basándose en experiencias personales o de sus clientes, ofrecen una amplia gama de sugerencias para afrontar las problemáticas asociadas al déficit atencional.

Los libros de Hallowell y Ratey están en un terreno intermedio, con un pie en el -siempre creciente- cuerpo de conocimientos científicos acerca de esta condición y con el otro en la vasta experiencia clínica de ambos autores, que se han atrevido a intentar algunos de los métodos que aún no han logrado el estatus de validación empírica. Además aportan viñetas clínicas a través de casos de distinta complejidad, que ilustran maravillosamente la gran variabilidad en las distintas manifestaciones del déficit atencional a lo largo del ciclo vital.

Driven to Distraction fue publicado en 1995, cuando el síndrome era todavía bastante desconocido. Se transformó en un súper ventas (más de un millón de copias vendidas), poniendo al déficit atencional en la palestra y logrando una tremenda difusión y reconocimiento por parte de los medios y del público. Una vez que lo empecé a leer no lo pude soltar. El estilo de Ned Hallowell es cercano, directo, descriptivo y -por sobre todo- entretenido. Ambos autores son médicos psiquiatras y los dos fueron diagnosticados con déficit atencional siendo adultos, por ello han dedicado gran parte de sus carreras profesionales al estudio de este síndrome y al tratamiento de quienes se ven afectados por él. Claramente estamos frente a voces autorizadas en la materia.

En Delivered from Distraction (2005), ofrecen un update con todos los nuevos avances en diagnóstico, tratamiento y comprensión general del síndrome. Pero lo que más me gustó es su convincente propuesta de un enfoque basado en las fortalezas a la hora de diagnosticar y tratar. En la introducción, Ned Hallowell nos recuerda que en el modelo médico tradicional -de énfasis en la patología- se busca "lo que está mal" en el paciente. En el caso de la mayor parte de los órganos, este método es muy adecuado. "Al hígado no le importa que le digamos que está enfermo, pero a la mente sí". Cuando los profesionales de la salud mental le decimos a un paciente que tiene un trastorno, en ese preciso momento estamos creando un trastorno. Y la consecuencia es que esa persona empieza a verse a sí misma en términos negativos. Por eso, los autores plantean que lo primero debe ser buscar lo que está bien y sano en el paciente, para luego pasar a buscar qué es lo que no está funcionando tan bien. Primero buscar las fortalezas y los talentos para después ver qué es lo que falta para vivir mejor.

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